Jeremías 4:20

La Palabra (versión española)

se anuncia desastre tras desastre, devastación a lo largo del país. De pronto son arrasadas las tiendas, en un momento el campamento.

Referencias Cruzadas

Salmos 42:7

El abismo grita al abismo ante el fragor de tus cascadas; tu oleaje, tus impetuosas olas me han anegado por entero.

Salmos 72:19

bendito sea su glorioso nombre por siempre, que llene su gloria la tierra entera. ¡Amén, amén!

Éxodo 33:5

Dijo entonces el Señor a Moisés: —Di a los israelitas: «Sois un pueblo muy testarudo y, aunque solo estuviera con vosotros un momento, acabaría por aniquilaros. Desprendeos, pues, de las joyas que lleváis encima, y veré qué hago con vosotros».

Isaías 13:6

Lamentaos, se acerca el día del Señor, ya llega como azote del Todopoderoso.

Isaías 15:5

Grito angustiado por Moab: sus fugitivos van a Soar, van hacia Eglat Salisá. Por la cuesta de Lujit sube la gente llorando; por el camino de Joronáin se oyen gritos desgarradores.

Isaías 33:20

Mira a Sion, ciudad de nuestras fiestas; tus ojos contemplarán Jerusalén, morada tranquila, tienda inamovible: sus estacas no serán arrancadas, sus cuerdas no serán aflojadas.

Isaías 47:9

Pero ambas cosas vendrán, de repente, en un solo día: acabarás sin hijos y viuda; todo eso te sobrevendrá, por mucho que multipliques tus hechizos, a pesar de tus poderosas brujerías.

Isaías 54:2

Amplía el espacio de tu tienda, despliega sin reparo tus lonas; alarga tus cuerdas, afianza tus clavijas,

Jeremías 12:11

la han convertido en desolación y se duele desolada ante mí. Todo el país está desolado y nadie reflexiona sobre ello.

Jeremías 17:18

¡Fracasen mis perseguidores, no sea yo el fracasado; que sientan ellos terror, no sea yo el aterrado! ¡Envíales el día funesto, destrózalos con doble destrozo!

Jeremías 4:21

¿Hasta cuándo veré el estandarte, escucharé el sonido de la trompeta?

Jeremías 4:27

Pues así ha dicho el Señor: Devastado quedará el país, pero no provocaré su fin.

Jeremías 4:6

Alzad la enseña hacia Sion; en marcha, no os detengáis, pues traigo una desgracia del norte, acompañada de una gran calamidad.

Jeremías 9:18

Voces de duelo llegan desde Sion: «¡Qué desolados estamos, qué terrible decepción! Hemos abandonado el país, nos echaron de nuestras moradas».

Lamentaciones 3:47

Miedo y pánico es lo nuestro, desolación y fracaso.

Ezequiel 14:21

Esto dice el Señor Dios: Cuando envíe contra Jerusalén mis cuatro azotes funestos: la espada, el hambre, las bestias salvajes y la peste, con ánimo de acabar con personas y animales,

Joel 1:15

¡Ay, qué terrible aquel día! Porque el día del Señor está cerca; la destrucción del Destructor está a punto de llegar.

Levítico 26:18

Y si ni siquiera con esto me obedecéis, os castigaré todavía siete veces más por vuestras transgresiones.

Levítico 26:21

Y si seguís enfrentándoos conmigo y no me queréis obedecer, yo os azotaré siete veces más por vuestras transgresiones.

Levítico 26:24

yo también me enfrentaré con vosotros y os azotaré todavía siete veces por vuestras transgresiones.

Levítico 26:28

yo me enfrentaré contra vosotros con ira y os castigaré también siete veces más por vuestras transgresiones:

Habacuc 3:7

He visto las tiendas de Cusán hundidas en la desgracia, estremecido el país de Madián.

Números 16:21

—¡Apartaos de esa comunidad pues la voy a aniquilar en un instante!

Mateo 10:28

No tengáis miedo de los que pueden matar el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Más bien tened miedo de aquel que puede destruir el cuerpo y el alma en la gehena.

2 Tesalonicenses 1:9

Su castigo será la ruina eterna, la separación definitiva del Señor y de su glorioso poder,