Jeremías 39:8

La Palabra (versión española)

Los caldeos prendieron fuego al palacio real y a las viviendas de la ciudad, y derribaron las murallas de Jerusalén.

Referencias Cruzadas

2 Reyes 25:8

El día siete del quinto mes (que corresponde al año décimo noveno del reinado de Nabucodonosor, rey de Babilonia), llegó a Jerusalén Nabusardán, jefe de la guardia y consejero del rey de Babilonia.

2 Crónicas 36:19

Incendiaron el Templo, derribaron las murallas de Jerusalén, prendieron fuego a todos sus palacios y destruyeron todos sus objetos de valor.

Nehemías 1:3

Me respondieron: —Los que han sobrevivido a la cautividad y viven en aquella provincia se encuentran en una situación lamentable y humillante. Las murallas de Jerusalén siguen derruidas y sus puertas quemadas.

Salmos 79:7

Porque ellos devoraron a Jacob, convirtieron en ruinas su morada.

Isaías 5:9

Por eso ha jurado el Señor del universo que sus muchas casas quedarán desoladas (las grandes y lujosas), vacías de vecinos.

Jeremías 17:27

Pero si no me escucháis y no santificáis el sábado, si seguís transportando y metiendo cargas por las puertas de Jerusalén en sábado, prenderé fuego a sus puertas, un fuego que consumirá los palacios de Jerusalén; y no se apagará».

Jeremías 21:10

Pues he dirigido mi mirada hacia esta ciudad para mal, no para bien —oráculo del Señor—; será entregada en manos del rey de Babilonia, que la pasará a fuego».

Jeremías 32:29

Los caldeos que la atacan vendrán y pegarán fuego a esta ciudad, y la quemarán junto con las casas sobre cuyas terrazas se quemaban ofrendas de incienso a Baal y se hacían libaciones a dioses extranjeros, con el ánimo de irritarme.

Jeremías 34:2

—Así dice el Señor, Dios de Israel: Di a Sedecías, rey de Judá, lo siguiente: Así dice el Señor: Voy a entregar esta ciudad en manos del rey de Babilonia, que la incendiará.

Jeremías 34:22

Ahora voy a dar la orden —oráculo del Señor— de que regresen a esta ciudad para atacarla, conquistarla y prenderle fuego, y convertiré las ciudades de Judá en tierra desolada sin habitantes.

Jeremías 37:10

Aunque destruyerais al ejército caldeo, que en estos momentos os ataca, y quedasen solo algunos heridos en sus tiendas, se levantarían y pegarían fuego a esta ciudad.

Jeremías 38:18

Pero si no sales y te entregas a los oficiales del rey de Babilonia, esta ciudad será entregada en manos de los caldeos y acabará siendo pasto de las llamas. Y tú no conseguirás escapar de sus manos.

Jeremías 5:10

Pasad por las hileras de la viña, destruid, pero no aniquiléis; arrancad todos sus sarmientos, porque ya no son del Señor.

Jeremías 7:20

Por eso, así dice el Señor Dios: Voy a derramar mi ira y mi cólera sobre este lugar, sobre personas y animales, sobre los árboles del campo y sobre los frutos de la tierra; arderán y no se apagarán.

Lamentaciones 1:10

Mano ha puesto el enemigo sobre todos sus tesoros; ella ha visto a los paganos profanar el santuario, aunque tú habías prohibido que entraran en tu asamblea.

Lamentaciones 2:2

Dios destruyó sin piedad las moradas de Jacob, arrasó las fortalezas de la hija de Judá y echó por tierra, humillados, a su reino y a sus príncipes.

Lamentaciones 2:7

Rechazó mi Dios su altar y repudió su santuario, entregando al enemigo los muros de sus palacios; daban gritos en el Templo, como en un día de fiesta.

Ezequiel 16:41

Prenderán fuego a tus casas y te aplicarán la sentencia en presencia de numerosas mujeres; pondré fin a tus prostituciones y no volverás a dar regalos a tus amantes.

Ezequiel 23:47

Las apedrearán y las destrozarán con sus espadas; matarán a sus hijos e hijas e incendiarán sus viviendas.

Ezequiel 33:21

El año duodécimo de nuestra cautividad, el día cinco del décimo mes, vino a mí un fugitivo de Jerusalén anunciando que la ciudad había sido tomada.

Amós 2:5

enviaré contra Judá un fuego que devorará los palacios de Jerusalén.

Miqueas 3:12

Pues bien, por vuestra culpa Sion será arada como un campo, Jerusalén terminará en montón de piedras y el monte del Templo en cerro de espinos.