Jeremías 32:8

La Palabra (versión española)

Pues bien, tal como había dicho el Señor, mi primo Janamel vino a verme al patio de la guardia y me dijo: «Compra mi campo de Anatot, en territorio de Benjamín, pues tú tienes el derecho de adquisición y de rescate; cómpramelo». Yo me di cuenta de que se trataba de la palabra del Señor.

Referencias Cruzadas

Jeremías 32:7

Janamel, hijo de tu tío Salún, vendrá a decirte: «Compra mi campo de Anatot, porque tuyo es el derecho de rescatarlo mediante compra».

Jeremías 32:2

Por aquel entonces las fuerzas del rey de Babilonia estaban asediando Jerusalén, y el profeta Jeremías estaba preso en el patio de la guardia, en el palacio del rey de Judá.

Jeremías 33:1

De nuevo recibió Jeremías la palabra del Señor, mientras seguía detenido en el patio de la guardia:

1 Reyes 22:25

Miqueas le respondió: —Tú mismo lo verás el día en que vayas escondiéndote de casa en casa.

Juan 4:53

El padre comprobó que esa fue precisamente la hora en que Jesús le dijo: «Tu hijo está bien», y creyeron en Jesús él y todos los suyos.

Zacarías 11:11

Quedó, pues, roto el pacto en aquel día y los tratantes de ovejas, que estaban observándome, reconocieron que era el Señor quien hablaba.

1 Crónicas 6:60

Jococ con sus ejidos y Rejob con sus ejidos.

1 Reyes 2:26

En cuanto al sacerdote Abiatar, el rey le dijo: —¡Márchate a Anatot, a tus tierras! Estás condenado a muerte, pero hoy no voy a matarte, ya que llevaste el Arca del Señor Dios, delante de mi padre David y lo acompañaste en todas sus desgracias.

Jeremías 1:1

Palabras de Jeremías, hijo de Jelcías, uno de los sacerdotes de Anatot, en territorio de Benjamín.

Jeremías 32:25

¿Cómo, pues, me dices, Señor Dios, que compre el campo delante de testigos, cuando la ciudad está siendo entregada a los caldeos?

Jeremías 37:12

salió Jeremías de Jerusalén en dirección al territorio de Benjamín, para repartir unas tierras entre sus familiares.

Ezequiel 12:7

Yo hice como se me había ordenado: saqué mi equipo de día, como si fuera el de un deportado; por la tarde practiqué un agujero en la pared y salí con mi equipo al hombro cuando ya había anochecido, a la vista de todos.