Jeremías 28:4

La Palabra (versión española)

Y haré volver también a este lugar a Jeconías, hijo de Joaquín, rey de Judá, y a toda la gente de Judá deportada a Babilonia —oráculo del Señor—, pues haré pedazos el yugo del rey de Babilonia.

Referencias Cruzadas

Génesis 27:40

Vivirás de tu espada y a tu hermano servirás. Pero cuando te rebeles, lograrás quitar su yugo de tu cuello.

2 Reyes 24:14

Luego deportó a toda Jerusalén: a todos los mandatarios y poderosos, unos diez mil en total, y a todos los artesanos y herreros. Solo quedó la gente más humilde del país.

Isaías 9:4

Y todas las botas que retumban al pisar y todas las capas bañadas en sangre, acabarán quemadas, pasto del fuego.

Jeremías 13:19

Las ciudades del Négueb están cercadas, sin nadie que pueda romper el cerco; Judá entera ha sido deportada, ha sido deportada por completo.

Jeremías 2:20

Hace mucho que te has sacudido el yugo y has hecho trizas tus correas diciendo: «No volveré a ser esclavo». Y en toda colina elevada, bajo cualquier árbol frondoso te tumbas como una prostituta.

Jeremías 22:10

No lloréis ni os lamentéis por un muerto, llorad, llorad por el que se va, porque ya no volverá ni verá la tierra que lo vio nacer.

Jeremías 22:24

Juro por mi vida —oráculo del Señor— que si tú, Jeconías, hijo de Joaquín, rey de Judá, fueses el sello de mi mano derecha, te arrancaría

Jeremías 24:1

El Señor me hizo ver dos cestas de higos que estaban delante del santuario del Señor. [El suceso tuvo lugar después de que Nabucodonosor, rey de Babilonia, deportara de Jerusalén a Jeconías, hijo de Joaquín, rey de Judá, y a los dignatarios de Judá, juntamente con los artesanos y herreros de Jerusalén, llevándoselos a Babilonia.]

Jeremías 24:5

—Así dice el Señor, Dios de Israel: Como ocurre con estos higos buenos, también yo me fijaré con agrado en los desterrados de Judá que expulsé de este lugar al país de los caldeos.

Jeremías 27:8

Y si una nación o reino no se somete a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y no pone su cuello bajo el yugo del rey de Babilonia, yo mismo castigaré a esa nación con la espada, el hambre y la peste —oráculo del Señor—, hasta que haya acabado con ellos por medio de él.

Jeremías 28:10

El profeta Ananías arrancó el yugo del cuello del profeta Jeremías y lo rompió.

Jeremías 28:2

—Así dice el Señor del universo, Dios de Israel: He roto el yugo del rey de Babilonia.

Jeremías 29:1

Este es el texto de la carta que el profeta Jeremías envió desde Jerusalén a los desterrados: a los ancianos, sacerdotes y profetas, y a toda la gente que Nabucodonosor había deportado de Jerusalén a Babilonia.

Jeremías 29:2

[El hecho tuvo lugar después de que el rey Jeconías partiese de Jerusalén con la reina madre, los eunucos y los dignatarios de Judá y de Jerusalén, así como con los gremios de artesanos y de trabajadores del metal].

Jeremías 30:8

Aquel día —oráculo del Señor del universo— romperé el yugo que llevas al cuello y desataré tus correas; no volverán a servir a extranjeros.

Levítico 26:13

Yo soy el Señor, vuestro Dios que os saqué de la tierra de Egipto para que no fueseis sus esclavos nunca más; rompí las coyundas de vuestro yugo y os hice caminar en libertad.

Nahúm 1:13

quebraré el yugo que te impusieron y romperé tus ataduras.