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Referencias Cruzadas

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Jeremías 24:5

La Palabra (versión española)

—Así dice el Señor, Dios de Israel: Como ocurre con estos higos buenos, también yo me fijaré con agrado en los desterrados de Judá que expulsé de este lugar al país de los caldeos.

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21 Referencias Cruzadas  

Antes de haber sufrido pequé, pero ahora respeto tu palabra.

Me vino bien haber sufrido para así aprender tus normas.

Entonces recibí la palabra del Señor en estos términos:

Yo conozco mis designios sobre vosotros —oráculo del Señor—. Son designios de bienestar, no de desgracia, pues os ofrezco un futuro y una esperanza.

Pero vosotros, desterrados que envié de Jerusalén a Babilonia, escuchad la palabra del Señor.

«Así dice el Señor del universo, Dios de Israel, a toda la gente deportada de Jerusalén a Babilonia:

Por eso, así dice el Señor Dios: Os recogeré de entre los pueblos y os reuniré de entre los países por donde os dispersé; y os daré la tierra de Israel.

para que vivan según mis preceptos y respeten mis normas y las cumplan. De esta manera ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios.

Sin embargo, aunque ellos estén en el país de sus enemigos, yo no los rechazaré ni los aborreceré hasta exterminarlos, invalidando así mi alianza con ellos, porque yo soy el Señor, su Dios.

El Señor es bondadoso, refugio en día de angustia; acoge a quienes en él se refugian.

Haré pasar por el fuego a este tercio, lo purificaré como se hace con la plata y lo acrisolaré como se acrisola el oro. Me invocará y yo lo escucharé; yo diré: «Es mi pueblo»; y él responderá: «El Señor es mi Dios».

Pero él les contestó: «Os aseguro que no sé quiénes sois».

Mis ovejas reconocen mi voz, yo las conozco y ellas me siguen.

Estamos seguros, además, de que todo colabora al bien de los que aman a Dios, de los que han sido elegidos conforme a su designio.

Pero si ama a Dios, entonces es objeto del conocimiento amoroso de Dios.

Pero ahora que ya conocéis a Dios o, mejor dicho, ahora que Dios os conoce, ¿cómo es que volvéis a dejaros esclavizar por esas realidades mundanas que no tienen fuerza ni valor?

que te alimentó en el desierto con el maná, un alimento que no conocieron tus antepasados. El Señor te afligió y te probó, para al final hacerte dichoso.

Pero el Señor ha puesto un fundamento inconmovible con esta inscripción: El Señor conoce a los suyos; y con esta otra: «Apártese del mal todo el que invoca el nombre del Señor».

Yo reprendo y castigo a los que amo. Esfuérzate, pues, y cambia de conducta.




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