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Referencias Cruzadas

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Jeremías 24:1

La Palabra (versión española)

El Señor me hizo ver dos cestas de higos que estaban delante del santuario del Señor. [El suceso tuvo lugar después de que Nabucodonosor, rey de Babilonia, deportara de Jerusalén a Jeconías, hijo de Joaquín, rey de Judá, y a los dignatarios de Judá, juntamente con los artesanos y herreros de Jerusalén, llevándoselos a Babilonia.]

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22 Referencias Cruzadas  

Durante su reinado, las tropas de Nabucodonosor, el rey de Babilonia, marcharon hacia Jerusalén y la cercaron.

A primeros de año, el rey Nabucodonosor mandó que lo llevaran a Babilonia junto con los objetos de valor del Templo, y nombró rey de Judá y Jerusalén a su tío Sedecías.

Oráculo contra Babilonia revelado a Isaías, hijo de Amós:

Las ciudades del Négueb están cercadas, sin nadie que pueda romper el cerco; Judá entera ha sido deportada, ha sido deportada por completo.

el que no se llevó Nabucodonosor, rey de Babilonia, cuando deportó de Jerusalén a Babilonia a Jeconías, hijo de Joaquín, rey de Judá, y a todos los notables de Judá y de Jerusalén;

Y haré volver también a este lugar a Jeconías, hijo de Joaquín, rey de Judá, y a toda la gente de Judá deportada a Babilonia —oráculo del Señor—, pues haré pedazos el yugo del rey de Babilonia.

Este es el texto de la carta que el profeta Jeremías envió desde Jerusalén a los desterrados: a los ancianos, sacerdotes y profetas, y a toda la gente que Nabucodonosor había deportado de Jerusalén a Babilonia.

[El hecho tuvo lugar después de que el rey Jeconías partiese de Jerusalén con la reina madre, los eunucos y los dignatarios de Judá y de Jerusalén, así como con los gremios de artesanos y de trabajadores del metal].

Sedecías, hijo de Josías, sucedió en el trono a Jeconías, hijo de Joaquín. Nabucodonosor, rey de Babilonia, lo había nombrado rey de Judá.

cortó su tallo más alto y lo transportó a tierra de mercaderes, lo replantó en una ciudad de comerciantes.

Después lo encerraron entre barrotes, lo llevaron al rey de Babilonia y lo metieron en un calabozo, para que ya no se oyese su rugido allá por los montes de Israel.

Ciertamente nada hace el Señor Dios, sin revelárselo a sus siervos, los profetas.

Esto me mostró el Señor Dios: comenzaba a crecer la hierba, la que brota a continuación de la que se corta para el rey, cuando [Dios] preparó una plaga de langostas.

El Señor Dios me mostró otra visión: convocaba el Señor Dios a un juicio por fuego; [el fuego] había devorado al gran abismo y amenazaba con devorar al territorio.

[El Señor] me mostró otra visión: estaba mi Dios sobre una muralla, sosteniendo con la mano una plomada.

Me mostró [el Señor] a Josué, el sumo sacerdote, que estaba de pie ante el ángel del Señor, mientras que Satán estaba a su derecha para acusarlo.




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