Por eso, su camino se les hará resbaladizo; empujados a las tinieblas, en las tinieblas caerán. Traeré contra ellos la desgracia el año en que les pida cuentas —oráculo del Señor—.
Honrad al Señor, vuestro Dios, antes de que irrumpa la oscuridad; antes de que tropiecen vuestros pies por los montes, a la hora del crepúsculo; antes de que la luz que esperáis se convierta en sombras mortales, se transforme en densa oscuridad.
Jesús les respondió: —Todavía está la luz entre vosotros, pero no por mucho tiempo. Mientras tenéis luz, caminad para que no os sorprendan las tinieblas. Porque el que camina en la oscuridad no sabe adónde se dirige.
Es como una zarza el mejor de ellos, y el más recto [peor] que mata de espinos. Tú vas a intervenir en el día de la cuenta que tus centinelas han anunciado; con ello llegará su desgracia.
El que huya del terror caerá en la zanja, el que salga de la zanja caerá en el lazo; pues haré que le llegue a Moab el año en que le pida cuentas —oráculo del Señor.
para el día de la venganza, cuando llegue el tiempo de darles su merecido, el momento de su caída. Porque se apresura su desastre, su ruina es inminente.
Mira, Señor, ten en cuenta que a nadie has tratado así: ¿Tenían que comer las madres a sus hijos, niños tiernos, o morir en el santuario sacerdotes y profetas?
Deberían sentirse avergonzados por haber cometido abominaciones; pero no se van a avergonzar, ni siquiera conocen el pudor. Por eso caerán entre otros caídos, se hundirán cuando venga a castigarlos —oráculo del Señor—.