Jeremías 2:6

La Palabra (versión española)

No preguntaron: «¿Dónde está el Señor, que nos hizo subir de Egipto, que nos fue guiando por la estepa, por terrenos desérticos y quebrados, por terrenos áridos y tenebrosos, por terrenos que nadie atraviesa, por terrenos donde nadie reside?».

Referencias Cruzadas

2 Reyes 2:14

Golpeó entonces las aguas con el manto que se le había caído a Elías y exclamó: —¿Dónde está el Señor, el Dios de Elías? ¿Dónde está? Volvió a golpear las aguas, que se partieron por la mitad, y Eliseo las atravesó.

Job 3:5

Que sombrías tinieblas lo reclamen, que se ciernan sobre él nubarrones, que un eclipse lo llene de espanto.

Job 35:10

pero no dice: «¿Dónde está mi Hacedor, que llena la noche de cantos de júbilo

Salmos 23:4

Aunque camine por valles sombríos no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo, tu vara y tu cayado me sosiegan.

Salmos 77:5

Pienso en los días de antaño, en los años del pasado;

Éxodo 20:2

—Yo soy el Señor, tu Dios, el que te libró de la esclavitud de Egipto.

Isaías 63:9

en todos sus peligros. No usó mensajeros ni enviados, él en persona los salvó; llevado de su amor y compasión, él mismo los rescató; los liberó y cargó con ellos todos los días de antaño.

Isaías 64:7

Pero tú, Señor, eres nuestro padre, nosotros el barro y tú el alfarero; todos somos obra de tus manos.

Jeremías 13:16

Honrad al Señor, vuestro Dios, antes de que irrumpa la oscuridad; antes de que tropiecen vuestros pies por los montes, a la hora del crepúsculo; antes de que la luz que esperáis se convierta en sombras mortales, se transforme en densa oscuridad.

Jeremías 2:2

Vete y proclama lo siguiente a oídos de Jerusalén: Esto dice el Señor: Recuerdo el cariño de tu juventud, el amor que me tenías de prometida: seguías mis pasos por el desierto, por tierra donde nadie siembra.

Jeremías 2:8

Los sacerdotes no preguntaban: «¿Dónde está el Señor?». No me conocían los expertos en la ley, los pastores se rebelaban contra mí. Los profetas profetizaban por Baal, caminaban detrás de los inútiles.

Jeremías 5:12

Han renegado del Señor, iban diciendo: «Es un don nadie; no nos alcanzará la desgracia, no veremos espada ni hambre;

Jeremías 5:2

Cuando juran «por vida del Señor», ¿acaso no juran en falso

Jeremías 51:43

sus ciudades quedaron desoladas, como tierra desértica y reseca; ya no habrá nadie que las habite, nadie que pase por ellas.

Oseas 12:13

Huyó Jacob a la campiña de Aram; allí Israel sirvió por una mujer y por ella se hizo pastor de rebaños.

Oseas 13:4

Pero yo que soy el Señor, tu Dios, desde el país de Egipto —tú no conoces a otro Dios ni tienes otro salvador fuera de mí—,

Amós 2:10

A vosotros, en cambio, os saqué de Egipto y os conduje cuarenta años por el desierto hasta conquistar el país de los amorreos.

Mateo 4:16

El pueblo sumido en las tinieblas vio una luz resplandeciente; a los que vivían en país de sombra de muerte, una luz los alumbró.

Deuteronomio 1:19

Así pues, dejamos el Horeb y recorrimos todo ese inmenso y espantoso desierto que habéis visto, camino de las montañas de los amorreos, hasta que llegamos a Cadés Barnea, como el Señor nuestro Dios nos había mandado.

Deuteronomio 32:10

lo halló en una tierra desolada, en la rugiente soledad del desierto; lo envolvió en sus brazos y lo protegió, lo cuidó como a la niña de sus ojos;

Deuteronomio 8:2

Acuérdate del camino que durante cuarenta años el Señor tu Dios te hizo recorrer por el desierto para afligirte y ponerte a prueba, con el fin de conocer las inclinaciones de tu corazón y ver si cumplirías sus mandamientos.

Jueces 6:13

Contestó Gedeón: —Perdón, señor mío. Si el Señor está con nosotros, ¿cómo es que nos ocurre todo esto? ¿Dónde quedan todos esos prodigios que nos cuentan nuestros padres, cuando nos dicen que el Señor nos hizo salir de Egipto? Pero ahora el Señor nos ha abandonado, nos ha entregado en manos de Madián.