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Referencias Cruzadas

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Jeremías 2:32

La Palabra (versión española)

¿Se olvida una joven de sus joyas? ¿Una novia, de sus atavíos? Pues hace infinidad de tiempo que mi pueblo se ha olvidado de mí.

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24 Referencias Cruzadas  

Cuando los camellos terminaron de beber, el hombre tomó un anillo de oro que pesaba unos seis gramos, y dos brazaletes de oro que pesaban algo más de cien gramos para las muñecas de la muchacha,

Después sacó joyas de oro y plata, además de vestidos, y se lo dio todo a Rebeca. Y también entregó regalos a su hermano y a su madre.

Mujeres israelitas, llorad por Saúl, que os vistió de púrpura y de joyas, que adornó con oro vuestros mantos.

Olvidaron a Dios salvador suyo, el que hizo cosas grandes en Egipto,

¡Que vuelvan al reino de los muertos los malvados, todos los paganos que se olvidan de Dios!

Pues olvidaste a tu Dios salvador, no te acordaste de tu Roca inexpugnable. Y plantabas parterres exóticos, injertabas esquejes importados.

¿Quién te preocupaba? ¿A quién temías para traicionarme? No te acordabas de mí ni me tenías presente. ¿Quizá porque siempre me callaba acabaste perdiéndome el respeto?

Reboso de dicha en el Señor, me alegro animoso en mi Dios, que me ha puesto un vestido de fiesta, me ha envuelto en un manto de victoria, como un novio que se pone la corona, como novia que se viste sus atuendos.

Este pueblo canalla que se niega a escuchar mis palabras, que sigue la maldad de su mente retorcida, que va tras dioses extraños dándoles culto y adorándolos, acabará como este cinturón que no sirve para nada.

Esta es tu suerte, la paga medida que te tengo asignada —oráculo del Señor—, por haberte olvidado de mí y haber confiado en la mentira.

Pues mi pueblo me ha olvidado y ofrece incienso a una nada: tropiezan por sus caminos, por los senderos de siempre, van caminando por sendas y veredas escabrosas.

¿Cambia una nación de dioses? (¡Y eso que no son dioses!) Pues mi pueblo cambió su Gloria

¡Qué bien te preparaste el camino para ir en busca de tus amores! ¡Qué bien te has acostumbrado a los caminos del mal!

Con los sueños que se cuentan entre sí, tratan de que mi pueblo me olvide, como me olvidaron sus antepasados por Baal.

Se escuchan voces por las dunas, el llanto suplicante de Israel, porque han equivocado su camino, han olvidado al Señor, su Dios.

En ti se aceptan sobornos, que acaban en asesinatos; practicas la usura y el interés; te aprovechas de tu prójimo practicando la violencia. Y así te has olvidado de mí —oráculo del Señor Dios.

Olvidó Israel a su Creador y se ha construido palacios. También Judá ha multiplicado sus ciudades fortificadas, pero yo enviaré a esas ciudades un fuego que devorará sus baluartes.

Pero engordó Jesurún y se sacudió la carga. ¡Sí, engordaste, te pusiste rollizo te hiciste corpulento! Abandonó al Dios que lo creó, y despreció a su Roca salvadora.

Vi también bajar del cielo la ciudad santa, la nueva Jerusalén. Venía de Dios, ataviada como una novia que se engalana para su esposo.

Los israelitas se olvidaron del Señor, su Dios, que los había librado de la mano de todos los enemigos de alrededor.




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