Jeremías 2:3

La Palabra (versión española)

Israel estaba consagrado al Señor, era el fruto primero de su cosecha; quienes comían de él, sufrían las consecuencias, el castigo se cernía sobre ellos —oráculo del Señor.

Referencias Cruzadas

Éxodo 22:29

y lo mismo harás con las primeras crías de tus vacas y ovejas: durante siete días dejarás a la cría con su madre, y al octavo me la entregarás.

Éxodo 23:16

Celebrarás la fiesta de la Siega, o sea, de las primicias de tus labores, de todo lo que hayas sembrado en el campo. Y celebrarás también la fiesta de la Recolección, a finales del año, cuando recojas de los campos el producto de tu trabajo.

Isaías 41:11

Mira: se retraen avergonzados todos los que se afanan contra ti; en nada quedarán, perecerán todos los que pleitean contigo.

Isaías 47:6

Me irrité contra mi pueblo y profané mi heredad: en tus manos la entregué, la trataste sin piedad; sometiste al anciano cruelmente a tu yugo.

Jeremías 12:14

Así dice el Señor a todos los malos vecinos que se apoderaron de la herencia que di a mi pueblo Israel: Voy a arrancarlos de su tierra y arrancaré también de en medio de ellos a Judá.

Jeremías 2:4

Escuchad la palabra del Señor, casa de Jacob, familias todas de la casa de Israel.

Jeremías 30:16

Pero los que te comen serán comidos, tus enemigos irán desterrados; tus saqueadores serán saqueados, los que te despojan, serán despojados.

Jeremías 50:7

Quienes los encontraban, los devoraban; sus enemigos decían: «No somos culpables; ellos son los que han pecado contra el Señor, que era su legítima dehesa y esperanza de sus antepasados».

Joel 1:3

Contádselo a vuestros hijos, vuestros hijos a los suyos, y sus hijos a una nueva generación.

Amós 6:1

¡Ay de quienes se sienten seguros en Sion y viven tranquilos en la montaña de Samaría! ¡Los que presumen de jefes de la nación más importante y a los que acude el pueblo de Israel!

Habacuc 1:11

Luego recobran el aliento y prosiguen, no tienen más dios que su fuerza.

Zacarías 1:15

y es grande mi enojo contra las naciones que, seguras de sí mismas, se aprovecharon de que yo no estaba muy irritado [contra ellas] para intensificar su hostilidad.

Zacarías 2:8

y le dijo: —Anda y di a ese joven: «Jerusalén será una ciudad abierta, habitada por una multitud de personas y animales.

Números 18:12

Te concedo igualmente lo más escogido del aceite, del vino y del cereal, es decir, las primicias de todo eso que los israelitas han de presentar al Señor.

Romanos 11:16

Y si los primeros panes están consagrados a Dios, lo está toda la masa; si está consagrada la raíz, lo están también las ramas.

Romanos 16:5

Saludos igualmente para la iglesia que se reúne en su casa. Saludos para mi querido amigo Epéneto, el primer cristiano de la provincia de Asia.

Efesios 1:4

Él nos ha elegido en la persona de Cristo antes de crear el mundo, para que nos mantengamos sin mancha ante sus ojos, como corresponde a consagrados a él. Amorosamente

Deuteronomio 14:2

porque tú eres un pueblo consagrado al Señor tu Dios, y a ti te ha elegido el Señor de entre todos los pueblos de la tierra para que seas el pueblo de su propiedad.

Deuteronomio 26:19

El Señor te hará superior en dignidad, fama y gloria a todas las naciones que él ha creado, para que seas un pueblo consagrado al Señor tu Dios, como te ha prometido.

Deuteronomio 7:6

Porque tú eres un pueblo consagrado al Señor tu Dios, y a ti te ha elegido el Señor tu Dios, entre todos los pueblos de la tierra, para que seas el pueblo de su propiedad.

Santiago 1:18

Él, por su libre voluntad, nos engendró mediante la palabra de la verdad para que seamos como primeros frutos entre sus criaturas.

1 Pedro 2:9

Pero vosotros sois raza elegida, sacerdocio real, nación consagrada, pueblo de su posesión, destinado a proclamar las grandezas de quien os llamó de las tinieblas a su luz maravillosa.

Apocalipsis 14:4

Estos son los que no se contaminaron con la idolatría manteniéndose vírgenes, los que forman el cortejo perenne del Cordero, los rescatados de entre la humanidad como primeros frutos para Dios y para el Cordero,