Jeremías 2:22

La Palabra (versión española)

Aunque te laves con sosa y uses cantidad de jabón, tu culpa sigue presente ante mí —oráculo del Señor Dios—.

Referencias Cruzadas

2 Samuel 11:12

David le dijo: —Quédate aquí también hoy y mañana te dejaré marchar. Y Urías se quedó en Jerusalén aquel día. Al día siguiente

Job 14:17

meterías mis delitos en un saco y cubrirías con cal mis fallos.

Salmos 130:3

Señor, si recuerdas los pecados, ¿quién podrá resistir, Dios mío?

Salmos 90:8

Ante ti has puesto nuestras culpas, a la luz de tu faz nuestros secretos.

Jeremías 16:17

Vigilo su conducta, nada se me escapa; su maldad no puede esconderse a mis ojos.

Jeremías 17:1

El pecado de Judá está escrito con un punzón de hierro, grabado con punta de diamante sobre la tabla de su corazón, en los ángulos de los altares.

Jeremías 4:14

Limpia tu corazón de maldad, Jerusalén, si quieres salvarte. ¿Hasta cuándo ocuparán tu pecho tantos proyectos criminales?

Ezequiel 24:6

Pues esto dice el Señor Dios: ¡Ay de la ciudad sanguinaria, de la olla llena de roña, cuya herrumbre no se quita! Vacíala tajada a tajada pues no tiene posibilidad de perdón.

Oseas 13:12

Anotada está la culpa de Efraín, puesto a buen recaudo su pecado.

Amós 8:7

Pues bien, el Señor ha jurado por el honor de Jacob que nunca se olvidará de esas acciones.

Deuteronomio 32:34

Todo esto lo tengo guardado, atesorado en mi recuerdo,