Este Templo quedará en ruinas y todo el que pase a su lado silbará extrañado y preguntará: «¿Por qué ha tratado así el Señor a este país y a este Templo?».
a Jerusalén, a las ciudades de Judá, a sus reyes y dignatarios, para convertirlos en ruina y desolación, en motivo de burla y maldición [como ocurre hasta el presente].
Quedará deshabitada por la ira del Señor, toda ella convertida en pura desolación; los que pasen junto a Babilonia quedarán espantados, silbarán burlones al ver tantas heridas.
Puesto que sigues lo prescrito por Omrí y las prácticas de la casa de Ajab, conduciéndote según sus directrices, yo te entregaré a la devastación; tus habitantes serán objeto de escarnio y soportaréis la desgracia de mi pueblo.
Esto sucederá a la ciudad alegre, la que vivía confiada diciendo en su corazón: «Solo yo y nadie más». ¡Cómo ha quedado asolada, convertida en guarida de bestias! Todo el que pase junto a ella silbará y agitará su mano.
verán una tierra devastada por el azufre y la sal, donde nada podrá plantarse, donde nada germinará, ni siquiera crecerá la hierba. Será como cuando el Señor destruyó, llevado por su ira y su furor, las ciudades de Sodoma y Gomorra, Adamá y Seboín.