Bajé a la casa del alfarero en el momento en que estaba trabajando en el torno.
—Anda, baja a la casa del alfarero, que allí te transmitiré mis palabras.
Cuando le salía mal la vasija de barro que estaba torneando, se ponía a hacer otra, tal como a él le parecía.
Pero Jonás, queriendo eludir el mandato del Señor, decidió huir a Tarsis. Así que bajó hasta Jope, donde encontró un barco que zarpaba para Tarsis; pagó su pasaje y se embarcó en él rumbo a Tarsis, para alejarse del Señor.
Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando.
Yo, pues, rey Agripa, no desobedecí aquella visión celestial,