¡Necios! ¿Por qué comparáis al barro y al alfarero? ¿Puede decir una obra: «mi creador no me ha hecho»? ¿Puede pensar un cacharro: «quien me modeló no entiende»?
Pero si no me escucháis y no santificáis el sábado, si seguís transportando y metiendo cargas por las puertas de Jerusalén en sábado, prenderé fuego a sus puertas, un fuego que consumirá los palacios de Jerusalén; y no se apagará».