Grito angustiado por Moab: sus fugitivos van a Soar, van hacia Eglat Salisá. Por la cuesta de Lujit sube la gente llorando; por el camino de Joronáin se oyen gritos desgarradores.
La viña del Señor del universo es la casa de Israel; los habitantes de Judá, su plantel predilecto. Esperaba de él derecho, y ya veis: asesinatos; esperaba de él justicia, y solo se escuchan alaridos.
¿Hasta cuándo guardará luto la tierra y permanecerá agostada la hierba del campo? Por la maldad de los que habitan en él, desaparecen aves y animales. Porque llegaron a decir: «El Señor no verá nuestro futuro».
Tiró por tierra sus puertas, quitó y rompió sus cerrojos; su rey y sus príncipes viven entre paganos; no hay ley, ni los profetas reciben sus visiones del Señor.
Promulgad un ayuno, convocad una asamblea, reunid a los ancianos y a todos los que habitan el país en el Templo del Señor, vuestro Dios, y clamad al Señor.
Yo decreté la sequía sobre la tierra y sobre los montes, sobre la cosecha de cereales, sobre el vino, sobre el aceite, sobre todos los frutos del campo, sobre las bestias, sobre toda obra humana.
—Mañana a estas horas te enviaré a un hombre de la región de Benjamín y tú lo ungirás como jefe de mi pueblo Israel. Él defenderá a mi pueblo del poder de los filisteos, pues he visto el sufrimiento de mi pueblo y me han llegado sus lamentos.