y los bendijo con estas palabras: «Sed fecundos y multiplicaos; llenad las aguas de los mares y que igualmente las aves se multipliquen sobre la tierra».
Y los bendijo Dios diciéndoles: «Sed fecundos y multiplicaos; llenad la tierra y sometedla; dominad sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todos los reptiles que se arrastran por el suelo».
Estos son los clanes de los descendientes de Noé, según sus genealogías y naciones. A partir de estos clanes, las naciones se extendieron sobre la tierra después del diluvio.
Y bendijeron a Rebeca con estas palabras: Tú eres nuestra hermana; sé madre de miles y miles, y que tus descendientes conquisten las ciudades enemigas.
Luego añadió: —Yo soy el Todopoderoso; sé fecundo y multiplícate. Un pueblo, una muchedumbre de naciones nacerá de ti y habrá reyes entre tus vástagos.