pero la paloma no encontró dónde posarse y regresó al arca, pues la tierra aún estaba cubierta por las aguas. Así que Noé sacó la mano, tomó la paloma y la metió consigo en el arca.
Esperó siete días más y volvió a soltar la paloma desde el arca.
Después soltó una paloma para comprobar si las aguas ya habían bajado del todo;
¡A ver si recobro la calma, pues el Señor ha sido bueno conmigo!
¿Quiénes son esos que vuelan como nubes, que se dirigen como palomas a su palomar?
Algunos escaparán huyendo por las montañas, gimiendo como palomas; pero todos morirán, cada cual por su pecado.
¡Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os daré descanso!
Os he dicho todo esto para que, unidos a mí, encontréis paz. En el mundo tendréis sufrimientos; pero ¡ánimo!, yo he vencido al mundo.
En esas naciones no hallarás paz ni descanso, porque el Señor hará que vivas atemorizado, triste y acongojado.