Mi padre, antes de morir, me hizo jurarle que lo sepultaría en la tumba que él mismo preparó en la tierra de Canaán. Ahora ruego me permitas ir a sepultar a mi padre, y luego volveré.
Un día, José dijo a sus hermanos: —Mi fin está cerca, pero Dios vendrá a ayudaros y os llevará de este país a la tierra que prometió a Abrahán, Isaac y Jacob.
Pasados los días de duelo, José habló con los cortesanos del faraón y les dijo: —Si de verdad me he ganado el respeto de la corte, os ruego que transmitáis este mensaje al faraón:
Fue enterrado en el sepulcro que se había hecho en la Ciudad de David, colocado en un lecho lleno de diversas clases de perfumes, elaborados por expertos perfumistas. Luego encendieron en su honor una enorme pira.
cuando den miedo las alturas y haya sobresaltos en el camino; cuando no se aprecie el almendro, se haga pesada la langosta y sea ineficaz la alcaparra; porque va el ser humano a su morada eterna y merodean por la calle las plañideras.
Si alguien tiene cien hijos y vive muchos años, por muy larga que sea su vida, si no disfruta de felicidad y ni siquiera tiene una sepultura, yo digo que un aborto es más afortunado que él.
lo puso en un sepulcro nuevo que había hecho excavar en la roca. Después hizo rodar una gran piedra, cerrando con ella la entrada del sepulcro, y se marchó.
Entonces Saúl dijo a Jonatán: —Dime qué has hecho. Jonatán le respondió: —Ciertamente probé un poco de miel con la punta de mi vara. Aquí estoy, dispuesto a morir.