Sucedió después de estas cosas que dijeron a José: —Tu padre está enfermo. Entonces José fue a visitarlo y llevó consigo a sus dos hijos, Manasés y Efraín.
Los puse al corriente de lo que me había dicho el rey y de cómo Dios me había protegido. Ellos, por su parte, animándose mutuamente para una tarea tan hermosa, respondieron: —¡Manos a la obra y comencemos la reconstrucción!