que les preguntó: —¿A qué os dedicáis? Ellos respondieron: —Nosotros, tus siervos, somos pastores de ovejas, igual que lo fueron nuestros antepasados.
Después dio a luz a Abel, hermano de Caín. Abel se dedicó a criar ovejas, y Caín a labrar la tierra.
Entonces le dijeron: —Dinos por qué nos ha sobrevenido esta desgracia. ¿Cuál es tu trabajo? ¿De dónde vienes? ¿Cuál es tu país? ¿De qué pueblo eres?
Estando entre vosotros os inculcamos ya esta norma: el que no quiera trabajar, que tampoco coma.