y cuando los mercaderes madianitas pasaron por allí, sacaron a José del aljibe y se lo vendieron a los ismaelitas por veinte siclos de plata. Así fue como se llevaron a José a Egipto.
Posteriormente, los hijos de Jacob tuvieron envidia de José y lo vendieron como esclavo con destino a Egipto. Pero José gozaba de la protección de Dios