Así que cuando a Jacob y a sus hijos se les acabó el grano que trajeron de Egipto, su padre les dijo: —Id otra vez a comprar un poco más de alimento para nosotros.
El hambre continuaba asolando el país.
y le dijeron: —Escucha, señor, la otra vez vinimos verdaderamente para comprar alimento,
Pero Judá le recordó: —Aquel hombre nos advirtió claramente que no nos recibirá si no llevamos a nuestro hermano menor con nosotros.
Si permites que nuestro hermano menor venga con nosotros, bajaremos a comprarte alimento;
Y cuando nuestro padre nos mandó que volviéramos a comprar más alimento,
Más vale poco con respeto al Señor que gran tesoro con preocupación.
La soberbia precede a la ruina y el orgullo al fracaso.
Examina y compra tierras, con sus ganancias planta viñas.
Pues quien no mira por los suyos, especialmente por los de su casa, ha renegado de la fe y es peor que los infieles.