El faraón dijo a José: —En mi sueño, yo estaba de pie a la orilla del Nilo,
José respondió al faraón: —No soy yo, sino Dios, quien dará al faraón una respuesta propicia.
cuando de pronto, salieron del río siete vacas robustas y bien cebadas que se ponían a pastar entre los cañaverales.