Entonces el copero mayor contó su sueño a José: —En mi sueño veía una vid delante de mí,
Ocurrió, pasado algún tiempo, que el copero y el panadero del rey de Egipto ofendieron a su señor.
que tenía tres sarmientos. La vid echó brotes y flores y las uvas iban madurando en los racimos.
Se encolerizó el faraón con sus dos cortesanos —el copero mayor y el panadero mayor—
Ellos contestaron: —Hemos tenido un sueño, y no tenemos quien nos lo interprete. José les respondió: —Dios es quien interpreta los sueños; contádmelos.
Majestad, la visión que tuviste es la siguiente: Ante ti se alzaba una estatua enorme, de brillo deslumbrante y aspecto terrible.
El árbol creció corpulento, su copa llegaba al cielo, visible desde toda la tierra.