Si Caín ha de ser vengado siete veces, Lámec lo será setenta y siete.
El Señor le dijo: —¡No será así! Si alguien mata a Caín deberá pagarlo multiplicado por siete. Y el Señor marcó con una señal a Caín, para que no lo matase quien lo encontrara.
Jesús le contestó: —No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.