Descendientes de Judá: Er, Onán y Selá, los tres nacidos de la hija de Súa, la cananea. Er, primogénito de Judá, ofendió al Señor con su conducta y él lo hizo morir.
Quemó a sus hijos en sacrificio en el valle de Ben Hinón, practicó el espiritismo, la brujería y la hechicería, instituyó nigromantes y adivinos y ofendió tanto al Señor, que provocó su indignación.
Si una persona ofende a otra, el Señor puede actuar de árbitro; pero si alguien ofende a Dios, ¿quién mediará en su favor? Pero ellos no hacían caso a su padre, porque Dios había decidido que murieran.