Jura que no nos harás ningún daño, pues nosotros no te hicimos mal, al contrario, siempre te tratamos bien y te despedimos en forma amistosa. Tú eres ahora el bendito del Señor.
Reside en esta tierra y yo estaré contigo y te bendeciré; porque a ti y a tu descendencia os he de dar todas estas tierras. Así cumpliré el juramento que le hice a tu padre Abrahán.
lo poco que tenías antes de que yo viniera ha aumentado prodigiosamente, pues desde que llegué, el Señor te ha bendecido. Pero ya es hora de que también haga algo por mi propia familia.
El Señor bendijo a Job al final de su vida más aún que al principio. Se hizo con catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil borricas.
Que haya grano abundante en la tierra, que la mies ondee en la cima de los montes, que sus frutos florezcan como el Líbano, sus gavillas como la hierba del campo.
Ahora sembraré todo de paz: la vid dará su fruto, los cielos dejarán caer su rocío y la tierra producirá su cosecha; todo esto daré en posesión al resto de este pueblo.
Otra parte, en fin, cayó en tierra fértil y germinó y creció y dio fruto: unas espigas dieron grano al treinta; otras, al sesenta; y otras, al ciento por uno.