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Referencias Cruzadas

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Génesis 20:3

La Palabra (versión española)

Pero aquella noche Abimélec tuvo un sueño, en el que Dios le dijo: —Vas a morir a causa de la mujer que has tomado, porque ella es una mujer casada.

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22 Referencias Cruzadas  

Pero el Señor castigó al faraón y a su corte con grandes plagas por lo de Saray, la mujer de Abrán.

Así que el faraón llamó a Abrán y le dijo: —¿Qué me has hecho? ¿Por qué no me dijiste que era tu mujer?

Pero ahora devuélvele la mujer a ese hombre. Él es un profeta, y va a interceder en favor tuyo para que salves tu vida. Pero, si no se la devuelves, ten por seguro que tú y los tuyos moriréis.

Y tuvo un sueño: vio una escalinata que, apoyada en tierra, alcanzaba el cielo por el otro extremo. Por ella subían y bajaban los ángeles de Dios.

Pero esa misma noche Dios se apareció en sueños a Labán, el arameo, y le dijo: —¡Que no se te ocurra hacer reproche alguno a Jacob, ni para bien ni para mal!

Un día José tuvo un sueño y se lo contó a sus hermanos, con lo cual les aumentó el odio que le tenían.

José tuvo otro sueño y también se lo contó a sus hermanos. Les dijo: —He tenido otro sueño. En él veía que el sol, la luna y once estrellas se postraban ante mí.

cuando en la misma noche, ambos —el copero y el panadero del rey de Egipto— tuvieron un sueño, cada uno el suyo, y cada sueño con su propio significado.

Ellos contestaron: —Hemos tenido un sueño, y no tenemos quien nos lo interprete. José les respondió: —Dios es quien interpreta los sueños; contádmelos.

Esa noche Dios habló a Israel en una visión: —¡Jacob! ¡Jacob! Él respondió: —Aquí me tienes. [Dios le] dijo:

no permitió que nadie los maltratara, y por su causa castigó a algunos reyes:

en sueños o visiones nocturnas, cuando cae el sopor sobre nosotros y el sueño nos invade en la cama.

para impedir que cometan maldad y protegerlas del orgullo humano;

no permitió que nadie los maltratara y por su causa castigó a algunos reyes:

Comenzó, pues, Jonás a recorrer la ciudad y estuvo un día entero proclamando: —¡Dentro de cuarenta días, Nínive será destruida!

Y tuvo Balaán una visión en la que Dios le preguntó: —¿Qué es lo que quieren esos hombres de ti?

Estaba pensando en esto, cuando un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: —José, descendiente de David, no tengas reparo en convivir con María, tu esposa, pues el hijo que ha concebido es por la acción del Espíritu Santo.

Mientras el gobernador estaba sentado en el tribunal, su esposa le envió este recado: «Ese hombre es inocente. No te hagas responsable de lo que le suceda. Esta noche he tenido pesadillas horribles por causa suya».




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