El Señor se apareció a Abrán y le dijo: —Yo daré esta tierra a tu descendencia. Entonces Abrán erigió allí un altar al Señor, porque se le había aparecido.
Uno de los que habían escapado fue a dar aviso a Abrán, el hebreo, que estaba acampado junto al encinar de Mambré, el amorreo, que era hermano de Escol y de Aner, aliados de Abrán.
Esteban respondió: —Hermanos israelitas y dirigentes de nuestra nación, escuchadme: Dios se apareció en el esplendor de su gloria a Abrahán, nuestro padre, cuando aún se hallaba en Mesopotamia, antes de establecerse en Jarán,
Por la fe vivió como extraño en la tierra que Dios le prometió, habitando en cabañas. Y otro tanto hicieron Isaac y Jacob, herederos de la misma promesa juntamente con él,
Estando ya cerca de Jericó, Josué alzó los ojos y vio enfrente a un hombre de pie con una espada desenvainada en la mano. Josué se acercó a él y le preguntó: —¿Eres amigo o enemigo?