Multiplicaré tu descendencia como el polvo de la tierra; solo la podrá contar quien sea capaz de contar todos los granos de polvo que hay en la tierra.
Al enterarse Abrán de que su sobrino había sido llevado cautivo, reclutó a trescientos dieciocho criados nacidos en su casa y se lanzó a su búsqueda hasta Dan.
Tú tienes razón, Señor, cuando discuto contigo; pero quiero exponerte un caso: ¿Por qué prospera la conducta del malvado? ¿Por qué viven tranquilos los traidores?