De allí se dirigió a la zona montañosa, al este de Betel, y allí montó su tienda, teniendo Betel al oeste y Ay al este. En aquel lugar erigió un altar al Señor e invocó allí su nombre.
Una vez llegaron al lugar que Dios había indicado, Abrahán erigió un altar, preparó la leña y después ató a su hijo Isaac y lo puso sobre el altar encima de la leña.
Y llamó a aquel lugar Betel —es decir, Casa de Dios—. El nombre que anteriormente tenía la ciudad era Luz, pero Jacob le cambió este nombre por el de Betel.
Labán alcanzó a Jacob cuando este acababa de montar su campamento en el monte Galaad; entonces Labán y sus parientes montaron también allí su campamento.
a la Iglesia de Dios reunida en Corinto. A vosotros que, consagrados por Cristo Jesús, habéis sido elegidos por Dios para ser su pueblo, junto con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo, Señor suyo y nuestro.
Por la fe vivió como extraño en la tierra que Dios le prometió, habitando en cabañas. Y otro tanto hicieron Isaac y Jacob, herederos de la misma promesa juntamente con él,
Cuando llegaron al círculo de piedras que está junto al Jordán, todavía en el país de Canaán, los rubenitas y los gaditas y la media tribu de Manasés levantaron un altar a orillas del Jordán, un altar monumental.
Josué mandó unos hombres desde Jericó hasta Ay, que está junto a Bet-Avén, al oriente de Betel, con este encargo: —Id a explorar la comarca. Los hombres fueron y exploraron Ay.
Josué, pues, los hizo partir y ellos prepararon la emboscada apostándose entre Betel y Ay, al oeste de Ay. Por su parte Josué, que pasó la noche con la tropa,