Y dijo Dios: —¡Que exista el firmamento y separe unas aguas de otras!
Y dijo Dios: —¡Que haya lumbreras en el firmamento para separar el día de la noche, para distinguir las estaciones, y señalar los días y los años;
Y dijo Dios: —¡Rebosen las aguas de seres vivos, y que las aves vuelen sobre la tierra a lo largo y ancho de todo el firmamento!
Su soplo desplegó los cielos, su mano traspasó al Dragón Huidizo.
Carga las nubes de humedad, mientras el nubarrón disemina su rayo,
¿puedes tender como él el firmamento, sólido como espejo de metal fundido?
Como un manto te envuelve la luz, como un tapiz extiendes el cielo.
Alabadlo, los cielos más altos, las aguas que estáis sobre ellos.
¡Aleluya! Alabad a Dios en su santuario, alabadlo en su majestuoso cielo;
Los cielos proclaman la grandeza del Señor, el firmamento pregona la obra de sus manos;
el día al día comunica su mensaje, la noche a la noche anuncia la noticia:
Con la palabra del Señor se hicieron los cielos, con el soplo de su boca el cortejo celeste.
porque habló y todo fue hecho, él dio la orden y todo existió.
Cuando las nubes van cargadas, vierten lluvia sobre la tierra; cuando el árbol cae al sur o al norte, en el lugar donde cae, allí se queda.
Él habita en el orbe terrestre (sus habitantes le parecen saltamontes), despliega el cielo como un toldo y lo extiende como tienda habitable.
Pero el Señor, Dios verdadero, es un Dios vivo, rey eterno; su cólera zarandea la tierra, los paganos no aguantan su ira.
Él hizo la tierra con su poder, estableció el orbe con su sabiduría, desplegó el cielo con su inteligencia.
Profecía: Esta es la palabra —oráculo del Señor— que dirige a Israel el Señor que desplegó los cielos, cimentó la tierra y creó el espíritu humano:
Quienes así se pronuncian, olvidan que antaño existieron unos cielos y una tierra, a la que Dios, con su palabra, hizo surgir del agua y consolidó en medio del agua.