Al ver Dios que la luz era buena, la separó de las tinieblas,
Dios llamó «tierra» a lo seco y al conjunto de aguas lo llamó «mar». Y vio Dios que esto era bueno.
Brotó de la tierra vegetación: plantas con semilla y árboles con su fruto y su semilla, todos según su especie. Y vio Dios que esto era bueno.
los hizo para regir el día y la noche, para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que esto era bueno.
Dios hizo los animales salvajes, los animales domésticos y todos los reptiles del campo, cada uno según su especie. Vio Dios que esto era bueno.
Y vio Dios todo lo que había hecho, y todo era muy bueno. Vino la noche, llegó la mañana: ese fue el sexto día.
Señor, que todas tus obras te alaben, que te bendigan tus fieles;
El Señor es bueno con todos, su amor llega a todas sus obras.
Dulce es la luz y un placer para los ojos ver el sol.
Y observé que la sabiduría era más provechosa que la necedad, como la luz es más provechosa que la oscuridad.
el que hace la luz y crea la tiniebla, el que opera la paz y crea la desgracia. Yo, el Señor, hago todo esto.