Y dijo Dios: —Que produzca la tierra seres vivientes: animales domésticos, reptiles y animales salvajes, todos por especies. Y sucedió así.
Ahí tienes a Behemot, a quien creé, igual que a ti; come hierba, lo mismo que el buey.
De cada especie de aves, de ganados y de reptiles de la tierra, entrará contigo una pareja, para que puedan sobrevivir.
y con todos los animales: ganados, aves y reptiles. Todos los animales salieron del arca agrupados por especies.
fieras y todo el ganado, reptiles y pájaros alados;
¿Quién deja en libertad al onagro o desata al asno salvaje,
y también animales de todas las especies, tanto salvajes como domésticos, reptiles y aves, y toda clase de seres alados.
Entonces sale el ser humano a su trabajo, a su labor que dura hasta la tarde.
los altos montes son de los ciervos, las rocas, refugio de los tejones.
¿Le das tú al caballo su brío o le cubres el cuello de crines?
¿Crees que el búfalo te prestará un servicio y pasará la noche en tu establo?
¿Sabes cuándo paren las rebecas o has asistido alguna vez al parto de las ciervas?
Vino la noche, llegó la mañana: ese fue el quinto día.
Entonces Dios, el Señor, modeló con arcilla del suelo todos los animales terrestres y todas las aves del cielo, y se los llevó al hombre para que les pusiera nombre, porque todos los seres vivos llevarían el nombre que él les pusiera.