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Referencias Cruzadas

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Génesis 1:16

La Palabra (versión española)

Hizo Dios los dos grandes astros: el astro mayor para regir el día, y el menor para regir la noche. También hizo las estrellas.

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22 Referencias Cruzadas  

para que luzcan en el firmamento y así alumbrar la tierra! Y sucedió así.

No miré al sol en su esplendor ni a la luna en su curso luminoso,

mientras aclamaban los astros matutinos y los vitoreaban los hijos de Dios?

Alabadlo, sol y luna, alabadlo estrellas brillantes.

Que alaben el nombre del Señor, pues lo mandó y fueron creados,

Sale por un extremo del cielo y en su órbita llega hasta el otro: nada escapa a su calor.

Tuyo es el día, tuya la noche; tú creaste la luna y el sol,

Miro el cielo, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que has fijado,

Astros del cielo y constelaciones dejan de emitir su brillo; se ofusca el sol en su aurora, no irradia su luz la luna.

La luna escapará avergonzada, el sol se ocultará abochornado, pues reina el Señor del universo en el monte Sion y en Jerusalén, honrado en medio de sus ancianos.

Levantad los ojos a lo alto, ved quién ha creado esas cosas: el que saca a su ejército innumerable y llama a cada cual por su nombre, tan sobrado de poder y de fuerza que no puede fallarle ninguno.

el que hace la luz y crea la tiniebla, el que opera la paz y crea la desgracia. Yo, el Señor, hago todo esto.

Así dice el Señor, que ha puesto el sol para alumbrar de día, la luna y las estrellas para alumbrar la noche; el que agita el mar y hace que bramen sus olas: su nombre es Señor del universo.

El sol y la luna permanecen en su puesto ante el fulgor de tus veloces saetas, ante el brillo relampagueante de tu lanza.

En cuanto hayan pasado los sufrimientos de aquellos días, el sol se oscurecerá y la luna perderá su brillo; las estrellas caerán del cielo y las fuerzas celestes se estremecerán.

Desde el mediodía, toda la tierra quedó sumida en oscuridad hasta las tres de la tarde.

No brilla el sol como brillan la luna o las estrellas; e incluso entre las estrellas, cada una tiene un brillo diferente.

Y cuando mires al cielo y veas el sol, la luna, las estrellas y todos los astros del firmamento, no te dejes seducir de manera que te postres ante ellos y los adores. El Señor tu Dios se los ha repartido como dioses a todos los pueblos que hay bajo el cielo.

Tampoco necesita sol ni luna que la alumbren; la ilumina la gloria de Dios, y su antorcha es el Cordero.




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