y a toda la iglesia que se reúne en su casa, en especial a la hermana Apia y a Arquipo, compañero nuestro de lucha.
Os recomiendo a nuestra hermana Febe, que está al servicio de la iglesia de Cencreas.
Saludos igualmente para la iglesia que se reúne en su casa. Saludos para mi querido amigo Epéneto, el primer cristiano de la provincia de Asia.
Os saludan las iglesias de la provincia de Asia. Un saludo especial en el Señor de parte de Aquila, Prisca y la iglesia que se reúne en su casa.
Entre tanto, me ha parecido necesario enviaros al hermano Epafrodito, colaborador y compañero mío de lucha, que vino como embajador vuestro con la misión de socorrerme.
Saludos a los hermanos de Laodicea, a Ninfa y a la iglesia que se reúne en su casa.
Decidle a Arquipo que desempeñe con esmero el ministerio que el Señor le ha encomendado.