Llegó luego a Derbe y a Listra. En esta ciudad conoció a un creyente llamado Timoteo. Su padre era griego y su madre una judía convertida al cristianismo.
Pablo, apóstol de Jesucristo por designio de Dios, y el hermano Timoteo, a la Iglesia de Dios reunida en Corinto y a todos los creyentes de la entera provincia de Acaya.
Entre tanto, me ha parecido necesario enviaros al hermano Epafrodito, colaborador y compañero mío de lucha, que vino como embajador vuestro con la misión de socorrerme.
Ayúdalas tú también, fiel compañero, ya que lucharon conmigo por la causa del evangelio, junto con Clemente y el resto de mis colaboradores, cuyos nombres están escritos en el libro de la vida.
Os saluda Jesús, de sobrenombre Justo. Entre los conversos del judaísmo, solo estos tres trabajan conmigo en la extensión del reino de Dios, y no ha sido pequeña la satisfacción que me han proporcionado.
Así que no te avergüences de dar la cara por nuestro Señor y por mí, su prisionero; al contrario, sostenido por el poder de Dios, sufre juntamente conmigo por la propagación del evangelio.