Elías dijo entonces a los profetas de Baal: —Elegid un novillo y preparadlo vosotros primero, ya que sois más numerosos. Luego invocáis a vuestro dios, pero sin prenderle fuego.
¿Cree ser más el hacha que quien la blande? ¿Se cree superior la sierra al aserrador? Como si el bastón moviese a quien lo levanta, como si la vara manejase a quien no es un leño.
El Señor dijo a Gedeón: —Esa gente que te acompaña es demasiada para que yo pueda entregarles a Madián; se podría enorgullecer Israel a mi costa diciendo: «¡Es mi fuerza la que me ha salvado!».