—A partir de ahora no volveréis a proveer de paja a los israelitas, como antes hacíais, para que fabriquen los adobes; ¡que vayan ellos mismos a buscarla!
Entonces se dijeron unos a otros: —Vamos a hacer ladrillos y a cocerlos al fuego. (Así fue como usaron ladrillos en lugar de piedra, y alquitrán en lugar de mortero).
Pero exigidles la misma cantidad de adobes que antes. ¡No les perdonéis ni un solo adobe! Son unos holgazanes y por eso gritan: «¡Vayamos a ofrecer sacrificios a nuestro Dios!».
y eso que tenemos paja y forraje para nuestros asnos, y pan y vino para mí, para tu servidora y para el joven que acompaña a tu siervo. No nos falta de nada.