Entonces les impusieron capataces que los sometían a trabajos muy duros. Y así fue cómo construyeron para el faraón las ciudades de almacenamiento de Pitón y Ramsés.
El Señor continuó diciendo: —He visto la angustiosa situación de mi pueblo en Egipto, he escuchado los gritos de dolor que le causan sus opresores y conozco sus calamidades.
Oráculo contra la Bestia del Sur: Por una tierra que da miedo y angustia, llena de rugidos de leones y leonas, repleta de víboras y serpientes voladoras, transportan su riqueza a lomos de asnos, sus tesoros sobre gibas de camellos, hacia un pueblo que no sirve de nada: