Allí, sobre la cubierta, entre los dos querubines que están sobre el Arca del testimonio, me manifestaré a ti y te iré dando normas de conducta para los israelitas.
Tomará también un poco de la sangre del novillo y la asperjará con su dedo en dirección al lado oriental de la cubierta de oro, asperjando siete veces esa sangre con su dedo delante de la cubierta de oro.
En aquel instante se abrió el Templo de Dios que está en el cielo y dentro de él apareció el Arca de su alianza en medio de relámpagos, truenos fragorosos, temblores de tierra y un recio granizar.