Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




Éxodo 4:1

La Palabra (versión española)

Moisés replicó: —No me creerán, ni me escucharán; dirán que no se me ha aparecido el Señor.

Ver Capítulo Copiar

14 Referencias Cruzadas  

E inmediatamente el profeta ofreció una señal, diciendo: —He aquí la prueba de lo que el Señor ha dicho: el altar va a romperse en pedazos y se esparcirán las cenizas que hay en él.

Y este le respondió: —¿Quién te ha nombrado jefe y juez entre nosotros? ¿Acaso pretendes matarme, como mataste al egipcio? Entonces Moisés tuvo miedo, pues pensó: «Sin duda el asunto se ha hecho público».

Les dirás también: «Yahweh, el Dios de nuestros antepasados, el Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, me envía a vosotros. Este es mi nombre eterno: así me llamaréis de generación en generación».

Reúne, pues, a los ancianos de Israel y diles: «El Señor, el Dios de vuestros antepasados, el Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, se me ha aparecido y me ha dicho: Os he visitado y he observado cómo os tratan los egipcios;

Ellos te harán caso. Entonces, tú y los ancianos de Israel os presentaréis al rey de Egipto, y le diréis: «El Señor, el Dios de los hebreos, ha salido a nuestro encuentro. Permítenos que nos adentremos durante tres días por el desierto para ofrecer sacrificios al Señor, nuestro Dios».

Moisés insistió: —Señor, yo no tengo facilidad de palabra, y esto no me ocurre solo ahora que estás hablando con tu siervo, sino que me viene de antes; soy poco elocuente y se me traba la lengua.

Aarón les relató todo cuanto el Señor había dicho a Moisés, y este realizó los prodigios ante el pueblo.

El pueblo creyó, y al saber que el Señor había visitado a los israelitas y se preocupaba por su opresión, se postraron y lo adoraron.

Respondió Moisés al Señor: —Si ni siquiera los propios israelitas me hacen caso, ¿cómo me va a hacer caso el faraón, con lo torpe de palabra que soy?

Pero Moisés replicó al Señor: —¿Cómo me va a escuchar el faraón, con lo torpe de palabra que soy?

Respondí: —Ay, Señor mi Dios. ¡Pero si no sé ni hablar; soy muy joven!

El espíritu me arrebató y me transportó; yo me dejé llevar enardecido, mientras el Señor dejaba sentir la fuerza de su mano sobre mí.

Se imaginaba que sus hermanos comprenderían que Dios iba a libertarlos valiéndose de él, pero ellos no lo entendieron así.

Gedeón le dijo: —Si he alcanzado tu favor, dame una señal de que eres realmente tú el que estás hablando conmigo.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios