Señala un límite al pueblo alrededor del monte y adviérteles que no deben subir al monte ni acercarse a su ladera, porque el que ponga los pies en el monte morirá sin remedio.
Moisés le contó a Aarón todo lo que el Señor le había dicho al encomendarle la misión, y le refirió también todos los prodigios que le había ordenado hacer.
Que no se precipite tu boca ni se apresure tu mente a pronunciar una palabra ante Dios, porque Dios está en el cielo y tú estás en la tierra. Por eso, sé parco en palabras,
De entre ellos un príncipe surgirá, saldrá un gobernante de entre ellos, lo acercaré y estará junto a mí; pues, ¿quién arriesgaría su vida poniéndose cerca de mí?
Moisés dijo a Aarón: —Esto es lo que había decretado el Señor, cuando dijo: «Mostraré mi santidad a los que se acercan a mí, y en presencia de todo el pueblo seré glorificado». Aarón, por su parte, permaneció callado.
Como parte de tu equipo llevarás una estaca. Cuando salgas a hacer tus necesidades, harás con ella un hoyo y luego lo volverás a tapar para cubrir tus excrementos.
Y es que les resultaba intolerable lo que se les había prescrito: Cualquiera que ponga el pie en la montaña, aunque se trate de un animal, morirá apedreado.