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Referencias Cruzadas

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Éxodo 27:2

La Palabra (versión española)

En sus esquinas y formando una sola pieza con él, colocarás cuatro salientes en forma de cuernos que recubrirás de bronce.

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19 Referencias Cruzadas  

Adonías, temiendo a Salomón, se levantó y fue a refugiarse al amparo del altar.

Cuando le llegó la noticia a Joab, que había apoyado a Adonías, aunque no a Absalón, huyó al santuario del Señor y se refugió al amparo del altar.

Aquel día el rey consagró el interior del atrio que hay delante del Templo del Señor, ofreciendo allí los holocaustos, las ofrendas y la grasa de los sacrificios de comunión, pues el altar de bronce que hay delante del Señor era demasiado pequeño para contener los holocaustos, las ofrendas y la grasa de los sacrificios de comunión.

Luego retiró de su sitio el altar de bronce que estaba ante el Señor, frente al Templo, entre el altar nuevo y el Templo, lo colocó al norte del nuevo altar

Salomón hizo construir un altar de bronce de diez metros de largo, diez de ancho y cinco de alto.

Dios es el Señor, él nos alumbra, ¡atad con ramas la víctima festiva a los salientes del altar!

De este metal también harás todos los utensilios del altar: recipientes para la ceniza, badiles, acetres, garfios y braseros.

Con el dedo tomarás un poco de la sangre del novillo y untarás con ella los salientes del altar; con el resto de la sangre rociarás la base del altar.

y con él se hicieron las basas para la entrada de la Tienda del encuentro, el altar de bronce con su enrejado y todos los utensilios del altar,

El hogar de la cremación tenía dos metros de altura, y desde él salían cuatro cuernos.

Cuando salga, irá al altar que está ante el Señor y hará la expiación por él. Tomará un poco de la sangre del novillo y de la sangre del macho cabrío, untará con ella los salientes que hay a los lados del altar,

Untará luego con la sangre los salientes del altar que está ante el Señor en la Tienda del encuentro, y derramará el resto de la sangre al pie del altar del holocausto, que está a la entrada de la Tienda del encuentro.

El sacerdote mojará seguidamente su dedo en la sangre de la ofrenda de purificación y untará con ella los salientes del altar del holocausto, derramando el resto de la sangre al pie del altar del holocausto.

Seguidamente el sacerdote untará con un poco de esa sangre los salientes del altar del incienso aromático que está en la Tienda del encuentro ante el Señor y derramará el resto de la sangre del novillo al pie del altar del holocausto, que está a la entrada de la Tienda del encuentro.

Moisés lo degolló y, mojando su dedo en la sangre, untó con ella los salientes de los lados del altar, purificando de esta manera el altar; derramó el resto de la sangre al pie del altar, consagrándolo así para que se pudiera hacer la expiación sobre él.

El Señor del universo los protegerá de modo que aplasten y trituren las piedras lanzadas por la honda; beberán su sangre como vino, hasta rebosar como copa de ofrendas, como los salientes del altar.

A cargo de ellos estaban el Arca, la mesa, el candelabro, los altares, los utensilios del santuario para ejercer el culto, el velo y todo lo necesario para las tareas de montaje.

Ofrecía así dos garantías, ambas irrevocables, porque Dios no puede engañar, y proporcionaba un poderoso consuelo a quienes se refugiaban en él para mantener la esperanza a que estamos destinados.




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