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Referencias Cruzadas

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Ester 5:9

La Palabra (versión española)

Amán salió aquel día contento y de buen humor, pero cuando vio a la entrada del palacio a Mardoqueo que no se levantaba ni mostraba signo alguno de respeto a su paso, Amán montó en cólera contra él;

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19 Referencias Cruzadas  

Ajab regresó a palacio malhumorado y furioso por la respuesta de Nabot, el de Jezrael, que no había querido cederle la herencia de sus padres. Se acostó, escondió el rostro y no quiso comer.

Él le respondió: —He hablado con Nabot, el de Jezrael y le he dicho que me vendiera su viña o que me la cambiara por otra, si así lo prefería; pero me ha dicho que no me la da.

Cuando Ester pasó al segundo harén con las otras jóvenes, Mardoqueo se hallaba sentado a la puerta del palacio real.

A su paso, todos los servidores del palacio se arrodillaban e inclinaban la cabeza ante él, porque así lo había ordenado el rey. Pero Mardoqueo no se arrodillaba ni inclinaba la cabeza a su paso.

Al comprobar Amán que Mardoqueo no se arrodillaba ni inclinaba la cabeza a su paso, montó en cólera.

Pero todo esto no significa nada para mí, mientras vea a ese judío, Mardoqueo, sentado a la puerta del palacio real.

el triunfo del malvado es pasajero, efímera la alegría del impío?

Cuando los de mi casa decían: «¡Quién pudiera saciarse de su carne!»,

aquel que desprecia al perverso y respeta al que es fiel al Señor; aquel que, jurando en su perjuicio, no se retracta;

Si acampara contra mí un ejército, no tendría miedo; si se declarase contra mí una guerra, me sentiría seguro.

Entonces Nabucodonosor, irritado sobremanera, hizo venir a Sadrac, Mesac y Abednegó. En cuanto los trajeron ante el rey,

No tengáis miedo de los que pueden matar el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Más bien tened miedo de aquel que puede destruir el cuerpo y el alma en la gehena.

Al darse cuenta Herodes de que aquellos sabios se habían burlado de él, montó en cólera y mandó matar en Belén y sus alrededores a todos los niños menores de dos años, conforme al tiempo que calculó a partir de los informes de los sabios.

¡Ay de vosotros los que ahora estáis saciados, porque vais a pasar hambre! ¡Ay de vosotros los que ahora reís, porque vais a tener dolor y llanto!

Os aseguro que vosotros lloraréis y gemiréis, mientras que los del mundo se alegrarán; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría.

Estas palabras desataron su cólera, y se recomían de rabia contra Esteban.

Reconoced vuestra miseria; llorad y lamentaos: que la risa se os convierta en llanto, y en tristeza la alegría.




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