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Referencias Cruzadas

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Esdras 5:8

La Palabra (versión española)

Sepa el rey que hemos visitado la provincia de Judea y el Templo del gran Dios, que se construye con grandes piedras labradas y cuyas paredes se refuerzan con maderos. La obra se hace con premura y progresa rápidamente.

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20 Referencias Cruzadas  

Esta es la lista de los que, perteneciendo a la provincia [de Judá] y siendo descendientes de aquellos que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había desterrado a Babilonia, regresaron del exilio retornando a Jerusalén y a Judá, cada uno a su ciudad.

En el informe que remitieron se escribió lo siguiente: Al rey Darío, salud y paz:

Así que hemos preguntado a los responsables diciéndoles: «¿Quién os ha dado autorización para reedificar este Templo y levantar las murallas?».

para que puedan ofrecer sacrificios agradables al Dios del cielo y oren por la vida del rey y de sus hijos.

con tres hileras de grandes piedras labradas y una de maderos. Los gastos correrán a cargo del rey.

Todo lo mandado por el Dios del cielo en relación con su Templo, ejecútese sin tardanza para que no descargue su ira contra el reino, el rey y sus hijos.

A continuación va la lista de los jefes de la provincia que decidieron residir en Jerusalén: Por su parte los israelitas en general, los sacerdotes, levitas, donados y los descendientes de los siervos de Salomón, se establecieron en las ciudades de Judá, cada uno en su respectiva ciudad y propiedad.

«Estos son los pertenecientes a la provincia [de Judá] que regresaron de la cautividad adonde los había desterrado Nabucodonosor, rey de Babilonia, y que volvieron a Jerusalén y a Judá, cada uno a su ciudad,

Esta historia sucedió en los días en que el reino de Asuero se extendía sobre ciento veintisiete provincias, desde la India hasta Etiopía,

Envió cartas por todas las provincias del reino, a cada provincia según su escritura y a cada pueblo según su lengua, ordenando que el marido fuese el señor de su casa y que en ella se hablase la lengua del marido.

El Señor es grande, digno de alabanza, es insondable su grandeza.

Después el rey dijo a Daniel: —Está claro que vuestro Dios es Dios de dioses, Señor de reyes y revelador de misterios, pues tú has conseguido desvelar este misterio.

Entonces Nabucodonosor se arrimó más a la boca del horno ardiente y gritó: —Sadrac, Mesac y Abednegó, siervos del Dios Altísimo, salid y venid. Sadrac, Mesac y Abednegó salieron de en medio del fuego.

tuve un sueño que me preocupó; las visiones que pasaron por mi mente mientras dormía llegaron a alarmarme.

El rey Darío escribió la siguiente carta a la gente de todos los pueblos, naciones y lenguas de la tierra: —¡Que vuestra paz aumente día a día!

el Señor vuestro Dios es Dios supremo y soberano Señor; es el Dios grande, fuerte y temible, que no actúa con parcialidad ni acepta sobornos,

¡Bien saben nuestros enemigos que su roca no es como la nuestra!




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