y a los varones censados a partir de los tres años y a los que venían diariamente al Templo a desempeñar por turnos sus servicios litúrgicos respectivos.
Celebrarás la fiesta de la Siega, o sea, de las primicias de tus labores, de todo lo que hayas sembrado en el campo. Y celebrarás también la fiesta de la Recolección, a finales del año, cuando recojas de los campos el producto de tu trabajo.
Estas son las ofrendas que presentaréis al Señor en vuestras fiestas solemnes, además de las ofrendas que hagáis voluntariamente o en virtud de una promesa, sean holocaustos, ofrendas de cereal, libaciones o sacrificios de comunión.