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Referencias Cruzadas

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Daniel 6:8

La Palabra (versión española)

Los ministros del reino, prefectos, sátrapas, consejeros y gobernadores todos hemos pensado en la conveniencia de promulgar un real decreto con esta prohibición: «Durante treinta días nadie podrá dirigir una oración a cualquier otro dios o ser humano, salvo a ti, majestad. Quien lo haga, será arrojado al foso de los leones».

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11 Referencias Cruzadas  

Por lo tanto, si le parece bien al rey, promulgue con carácter irrevocable un decreto real que se inscriba en la legislación de persas y medos en estos términos: «La reina Vasti no podrá presentarse nunca más ante el rey Asuero. Su título de reina se conferirá a otra mujer más digna que ella».

El día trece del mes primero fueron convocados los secretarios reales. Estos redactaron en la escritura de cada provincia y en la lengua de cada pueblo, todo lo que Amán ordenaba a los sátrapas reales, a los gobernadores de cada una de las provincias y a los jefes de cada pueblo. Todo se escribió en nombre del rey Asuero y se selló con el anillo real.

Los decretos se escribieron en nombre del rey Asuero, se sellaron con el anillo real y se enviaron por medio de mensajeros reales, que montaban veloces corceles de las caballerizas reales.

Volvió luego Ester a interceder ante el rey; echándose a sus pies y llorando le suplicó que anulase los perversos planes ideados por Amán, de Agag, contra los judíos.

Pero un decreto escrito en mi nombre y sellado con mi anillo es irrevocable. Así pues, redactad ahora, en mi nombre, otro decreto en favor de los judíos, como vosotros consideréis más adecuado y selladlo con mi anillo real.

Atacan la vida del justo, declaran culpable al inocente.

¡Ay de quienes dictan leyes injustas, de quienes firman decretos opresores,

y «fares» quiere decir «dividido», es decir: tu reino ha sido dividido y entregado a medos y persas.

Los hombres antes mencionados se presentaron en la casa y encontraron a Daniel orando y suplicando a su Dios.

Al oírlo, el rey se entristeció y se propuso salvar a Daniel; lo estuvo intentando hasta la puesta de sol.

El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.




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