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Referencias Cruzadas

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Daniel 5:12

La Palabra (versión española)

Se llama Daniel, aunque el rey le puso por nombre Baltasar. Parece estar dotado de un saber y de una inteligencia superiores, capaces de interpretar sueños, descifrar enigmas y resolver complicados problemas. Que llamen, pues, a Daniel para que te interprete la inscripción.

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16 Referencias Cruzadas  

En cuanto a las divinidades de esta tierra: esos poderes que tanto me complacían,

El justo se aparta del mal, al malvado lo extravía su camino.

El parco en palabras es rico en saber, mantener la calma es de inteligentes.

¡Te crees más sabio que Daniel, ningún enigma se te oculta!

Dios concedió a aquellos cuatro jóvenes sabiduría y conocimientos en toda clase de literatura y de actividades sapienciales. Daniel, en particular, entendía de visiones y de sueños.

El jefe del personal de la corte les puso otros nombres: a Daniel lo llamó Baltasar; a Ananías le puso Sadrac; a Misael, Mesac, y a Azarías, Abednegó.

El rey dijo a Daniel (apodado Baltasar): —¿De verdad eres capaz de contarme el sueño que he tenido y de interpretarlo?

eres tú, majestad. Te has hecho grande y poderoso: tu grandeza ha llegado hasta el cielo y tu poder se ha expandido por los confines de la tierra.

El árbol creció corpulento, su copa llegaba al cielo, visible desde toda la tierra.

He oído decir que participas del espíritu de los dioses y que sobrepasas a todos en clarividencia, inteligencia y sabiduría.

Además he oído decir que sabes interpretar y resolver complicados problemas. Pues bien, si eres capaz de leer e interpretarme esta inscripción, te haré vestir de púrpura, llevarás un collar de oro y ocuparás el tercer puesto en mi reino.

Por encima de ellos designó a tres ministros (entre los que se encontraba Daniel), a quienes los sátrapas deberían dar cuenta de su administración. De ese modo se evitarían situaciones que perjudicasen los intereses del rey.

Daniel sobresalía por encima de los ministros y de los sátrapas, pues estaba más capacitado que ninguno de ellos, hasta tal punto que el rey tenía pensado ponerlo al frente de todo el reino.

Esta es la tarea por la que me afano y lucho con denuedo, apoyado en la fuerza de Cristo, que actúa poderosamente en mí.




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