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Referencias Cruzadas

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Daniel 4:9

La Palabra (versión española)

Tenía un ramaje magnífico y tal cantidad de frutos que había comida para todos. Las fieras del campo venían a cobijarse a su sombra; todas las aves del cielo acudían a anidar en sus ramas. Todos los seres vivientes se nutrían de aquel árbol.

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18 Referencias Cruzadas  

Entonces el faraón preguntó a sus cortesanos: —¿Es posible que encontremos a un hombre más idóneo que este, dotado del espíritu de Dios?

Pensarás en el terror pasado: «¿Dónde están contable y cobrador? ¿Dónde el que contaba las fortificaciones?».

tu bienestar estará asegurado. Alejada de la angustia, nada temerás; el terror no se te acercará.

en la excelsa montaña de Israel. Producirá ramas y frutos, se hará un cedro portentoso. En él anidarán los pájaros, las aves de toda especie; habitarán a la sombra de sus ramas.

¡Te crees más sabio que Daniel, ningún enigma se te oculta!

En todas las materias que el rey les preguntaba, materias que requerían sabiduría e inteligencia, los encontró diez veces superiores a todos los magos y adivinos de su reino.

Después el rey dijo a Daniel: —Está claro que vuestro Dios es Dios de dioses, Señor de reyes y revelador de misterios, pues tú has conseguido desvelar este misterio.

Después el rey honró a Daniel y le hizo muchos y magníficos regalos. Lo nombró gobernador de la provincia de Babilonia y jefe supremo de todos los sabios de Babilonia.

que tenía un ramaje magnífico y tal cantidad de frutos que podía alimentar a todos, con una sombra bajo la cual iban a cobijarse los animales salvajes y unas ramas en las que anidaban las aves del cielo, ese árbol

Al final se presentó ante mí Daniel, apodado Baltasar en referencia al nombre de mi dios y partícipe del espíritu de los dioses santos. Y yo le relaté mi sueño:

El árbol creció corpulento, su copa llegaba al cielo, visible desde toda la tierra.

pues tienes en tu reino a un hombre que participa del espíritu de los dioses santos. En vida de tu padre demostró tener una clarividencia, una inteligencia y una sabiduría propias de los dioses. El rey Nabucodonosor, tu padre, lo nombró jefe de los magos, adivinos, hechiceros y astrólogos.

¡Pobres de nosotros! ¿Quién nos librará de un Dios tan poderoso? Porque ese es el Dios que diezmó a los egipcios con toda clase de plagas en el desierto.




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